Tu alfa.
Habían pasado 2 horas desde la última ocasión en que vio a Jimin, al parecer el omega no había despertado otra vez y eso lo mantenía tranquilo, pero su alfa no dejaba de sentirse ansioso al pasar tanto tiempo sin verlo.
Las 10 am se aproximaban, Zico estaría pronto en el hospital para llevárselo, así que debía pedir información sobre Jimin para poder salir sin tanto pesar, se acercó a una ventanilla que da a la sala de urgencias.
—Disculpe —saluda con una mueca parecida a una sonrisa, es claro que no está de humor para dar una buena impresión—. Quisiera pedir informes sobre el estado de Park Jimin, ingresó ayer como a las 3 de la tarde y está en cuidados intensivos.
—Ah, si —el chico teclea un poco en su computadora—. ¿Podría decirme su parentezco con él?
—Soy su alfa —se siente bien decirlo, es como presumirlo, no presume a Jimin, él no es un objeto, presume que tiene el honor de llamarlo su omega y que su suerte es muy grande por poder tenerlo consigo, es un alfa afortunado.
—Sigue dormido, le pusieron un medicamento que lo mantendrá así por al menos otras 5 o 6 horas —explica—. Si gusta verlo la hora de visitas es a las 4:00 pm, que tenga buen día —sonrie.
—Gracias —un poco más tranquilo se aleja, había dado dos pasos cuando vio a su chofer acercándose con dos vasos de café en las manos.
—Toma —Zico le tiende uno, pero se arrepiente y retrae su mano—. ¡Que tonto, no puedes tomar eso! —hace una mueca de arrepentimiento que hace reír brevemente al alfa.
—Tienes razón —asiente y se encoje de hombros—. Pero te lo agradezco mucho —es sincero y palmea su hombro.
—¿Estás listo para irte? —cuestiona.
—Solo esperaré a que llegue alguno de los padres de Jimin o mi madre, necesito que alguien esté pendiente aquí por si acaso.
—Claro, tienes razón —asiente, Jungkook se alegra al ver que su amigo tenía la vista en otro lado y las mejillas ligeramente sonrojadas—. ¿Te molesta si me voy por un momento? —sonríe incómodo hacia su jefe quien solo niega en silencio.
Jungkook observa con suspicacia como su chofer le entrega el vaso extra de café a un beta bien conocido, Yoongi. Una idea se forma en su mente al ver como ambos están un poco colorados y riéndose nerviosamente cuando el otro comenta algo, ya tendrá tiempo para preguntarle cuando todo pase.
Se exalta un poco cuando siente que alguien frota su espalda con cariño y se gira para encontrarse a su madre, la alfa pelinegra se estira un poco para besar su mejilla.
—¡Buen día, cachorro! —saluda con media sonrisa.
—Pues no es bueno pero puede mejorar —dice sin animos—. Sé que va a mejorar —corrige más convencido.
—Así será, cielo —su madre toma su mano y le da un apretón cariñoso.
—Iré a arreglar algunas cosas, y ducharme, ¿podrías quedarte aquí un rato por si pasa algo? —dice con la voz apagada.
—Por supuesto —le acaricia la mejilla—. Vayan con cuidado, yo te llamo en cuanto tenga noticias —confirma.
El rizado espera un poco mientras su amigo termina la conversación con Yoongi, ambos salen del hospital para dirigirse al estacionamiento, Jungkook sube en el asiento delantero, porque le gusta más ir ahí y porque teme que la mancha de sangre que Jimin dejó el día anterior siga ahí.
—La mancha desapareció en el autolavado —dice Zico como si leyera su mente—. ¿A dónde te llevo, jefe? —cuestiona abrochando su cinturón.
—Primero a casa de mis padres, necesito ducharme —expone—. Despues iremos a la cafetería donde trabajaba Jim —Zico lo mira extrañado pero se encoje de hombros, después de todo es su jefe y debe seguir sus ordenes.
✧✦✧
Jungkook suele vestir con prendas formales para salir y le gusta mucho perfeccionar su imagen, sin embargo, es claro que ésta no es una situación para ello, no tiene ánimo para nada.
Además Jimin suele decir que le gusta mucho cuando se viste con pijama o pantalones deportivos porque deja de preocuparse por su apariencia, ya bastante perfecta según Jimin, y está más tranquilo, y él por supuesto hace lo que le agrada a su chico, así que tan pronto como está dentro de los pantalones deportivos sale para abordar el vehículo.
Zico emprende el camino hacia la cafetería, el alfa no habla mucho en el trayecto, cosa que es totalmente comprensible por la situación en la que se encuentra, el beta aún no comprende porqué quiso ausentarse del hospital para visitar el ahora antiguo empleo del omega.
Llegan pasados unos minutos y el ojiverde le hace una seña con la cabeza para que vaya con él, ambos entran al local y preguntan por el dueño, un hombre de unos 50 años sale detrás de unos mostradores.
—Soy yo, ¿en qué puedo servirles? —es cordial y su vista escudriña al alfa puro al recorarlo de algún lado—. Eres el alfa de Jimin, ¿no? —pregunta.
—Así es —es cortante y su ceño se frunce al dirigirse al hombre, no sabe la razón por la que despidió a su pequeño pero sabe que seguramente fue por algo tonto así que está molesto por ello.
—Ayer vi que tuvo un incidente, ¿cómo se encuentra él? —su cabeza se ladea un poco y sus ojos se suavizan para dirigirse al alfa puro, debe ser difícil ver a tu omega en esa situación, piensa el hombre.
—Está algo delicado, pero se recuperará —dice con determinación pero su voz tiembla un poco al final.
—Me alegra, espero que se recupere rápido, es un muy buen chico y lamento haberlo despedido —tuerce la boca con pena.
—Justo venía a eso —su voz sigue siendo seria—. ¿Puedo preguntar por qué fue despedido? —su pregunta podría parecer brusca pero su rostro solo mostraba intriga así que el hombre le contó.
—Ayer estuvo un poco distraído, le dolía el estómago pero en realidad traté de ser lo más comprensivo posible —relata invitando a Jungkook y Zico hacia una mesa, los tres tomaron asiento, el hombre continuó—. Estuvo llorando después de una llamada, creo... No sé bien lo que le ocurrió.
—Recibió una mala noticia —explica el de casta pura.
—Lo lamento... Bueno, él decidió seguir trabajando o al menos dijo que estaba bien, admiro mucho su fortaleza —se encoje de hombros y sonríe—. Si él me lo hubiera pedido lo habría dejado salir temprano, no soy un ogro —se defiende—. En su distracción tiró una bandeja con comida sobre aquella alfa de allá —señala disimuladamente a la mujer que se encontraba a unas mesas de distancia.
—¿Y lo despidió por eso? —cuestiona Zico extrañado, es claro que no se deben tolerar las equivocaciones pero un error lo comete cualquiera—. Tal vez fue un poco apresurado.
—Yo sé sobre la situación de Jimin, sé que trabaja día y noche para ayudar a su familia, yo no quería despedirlo, es un muy buen muchacho y un empleado ejemplar —se apresura a responder cuando vio los ojos verdes convertirse a negros de pura molestia—. Es de mis mejores trabajadores, siempre sonriente y amable —completa—, mi intención era que pagara la tintorería y tal vez algún descuento de su salario, pero ella amenazó con cerrar mi negocio y ademas usó su voz alfa —se escuda.
—¿Y ella quién es? —cuestiona el alfa mirando encima de su hombro para analizar a la causa de su enojo.
—No lo sé, viene aquí casi diario desde hace un tiempo —el hombre se encoje de hombros—. Solo dijo que conoce personas y no podía arriesgarme, aprecio a Jimin pero yo también tengo familia —hace una mueca de pena—, discúlpenme con el muchacho, y díganle que es bienvenido cuando guste tomar un café —sonrie—, tomen lo que gusten, la casa invita —da una última mirada apenada y se aleja de la mesa.
—Parece sincero —dice Zico cuando el hombre está lo suficientemente alejado.
—Lo sé.
—Entonces quita esa cara porque das miedo —dice hacia su jefe quien tenía el ceño fruncido y la nariz encojida de pura rabia, había cambiado su posición para ver directamente a la rubia.
—Mi molestia no es con él —dice—, nadie se mete con mi chico —su voz siendo más gruesa.
—Jungkook... —lo sacude un poco para tratar de hacerlo entrar en razón, error. Jungkook le gruñó haciéndolo retroceder—. Sé que estás algo suceptible, por eso es mejor que te relajes, y vuelvas a usar la razón —sus manos estaban alzadas para demostrar que no tenía intenciones de atacarlo—, piensa en Jimin —sabe que es muy bajo mencionarlo, pero tenía que intentar todo antes de que su jefe se dejara llevar por su lobo, aún no tiene muy buen control sobre él y su casta pura solo lo hace mas peligroso.
—Vamos afuera —ordena el ojiverde, ambos se ponen de pie y caminan hacia la puerta de salida, Zico se despide con la mano del hombre en el mostrador mientras Jungkook sale rápido del local, el beta se dirige de inmediato a la camioneta pero el alfa no lo sigue.
—Vamos —insiste Zico.
—Dije que vendríamos afuera pero no que nos iríamos —lo mira determinado—, esperaremos a que salga —sus ojos eran verdes de nuevo y su raciocinio estaba de vuelta, pero el enojo seguía ahí, latente en su pecho.
Sabe que esa alfa no tuvo la culpa de lo que pasó con Jimin, muchos factores influyeron, pero si lo lastimó, además claro de que él detesta a los alfas que usan su casta para imponerse ante los otros, es conciente que lo que piensa hacer incluye un poco de eso, pero necesita darle una lección.
Para su buena fortuna, no pasan más de 10 minutos cuando la ven salir del local, pasa frente a ellos con calma y buscando algo en su maletín hasta que alguien, Jungkook, la llama a sus espaldas.
—Hola —saluda el rizado sonriente, Zico permaneció recargado en la camioneta y veía todo en silencio, esperando intervenir si se necesitaba.
—Hola —la chica rubia le saluda de vuelta un poco extrañada—. ¿Te conozco de algún lado? —el rostro de ese chico le parece conocido.
—No lo creo, pero soy Jeon Jungkook —extiende su mano para que la chica la tome, ladea la cabeza un tanto coqueto y entrecierra un ojo ante un rayo del sol que le pegaba justo, sabe de sus atributos físicos y aunque últimamente pensó que solo los usaría con su precioso chico, es necesario usarlos de vez en cuando para su propio beneficio.
—¿Podrías darme más información? —dice la alfa un tanto encantada con la personalidad del rizado, Jungkook suelta una risa como si le hiciera gracia, sus manos seguían juntas.
—Soy el hijo del dueño de Unilever, la compañía financiera más grande de Corea —presume con el coqueteo insistente—, te saludé porque tú me pareces conocida —dice con duda en su voz, solo quiere sacar información de aquella chica, no puede dejar pasar el ataque hacia su omega.
—Mi nombre es Kim Taeyeon —saluda más confiada—. Mi padre es socio de una compañía llamada relx —expone—, tal vez nos vimos en alguna junta o parecido, relx no es tan importante como Unilever pero es probable —sonríe coqueta.
—Oh, de ahí me sonabas —dice suspirando, conoce la empresa que menciona pero mintió cuando dijo que la conocía a ella—. Pero aún me falta la parte más importante de mi presentación —su ceño se frunce y sus ojos nuevamente volvieron al negro, vio a la chica ponerse a la defensiva y gruñir en su contra, pero era claro que un alfa puro domina sobre uno regular, la acorraló contra la pared y puso su antebrazo en el cuello de la rubia—. Soy el alfa del precioso omega que despidieron ayer por tu culpa —su lobo tomando el control.
—Y-Yo...
—Escucha bien, linda —escupe las palabras como veneno—. Si quiero puedo comprar cien compañías como la de tu padre y regalárselas a mi chico para que limpie sus zapatos con las escrituras —suelta con pretensión—, más vale que sea la última vez que utilizas tu casta o tu posición para imponerte sobre otros —sentencia.
—Puedo pedir que lo recontraten —dice con la voz aturdida por el miedo—. Yo... no hay necesidad de... —es interrumpida.
—Él no necesita volver aquí —ríe y presiona más su antebrazo—. Solo quiero que te quede claro que no solo tú tienes poder, y no solo tú estás dispuesta a utlizarlo... Recuerda que ahora se quién eres y lo más importante, tú ahora sabes quién soy yo —suelta brucamente su agarre y la chica cae al suelo sujetando su garganta.
Jungkook camina directo a la camioneta y aborda sin decir palabra, Zico le sigue sorprendido, y comienza a conducir, prefiere no comentar nada porque bueno, es un alfa puro enojado, luego de unos minutos y de darse cuenta que no sabe a dónde dirigirse decide hablar.
—Realmente esperaba algo más de sangre y violencia —dice bromista, Jungkook ríe con un resoplido y niega.
—Mi padre siempre dice que hay que amenazar con lo que te amenazan —encoje sus hombros—, si ella es tan superficial para usar sus influencias, seguramenre le dolería mucho perderlas —explica.
—Si bueno, pero seguro se cagó del susto —dice riendo—. Yo me cagué —confiesa como si fuera enserio y Jungkook suelta una risa corta.
—Gracias por tratar de animarme —asiente mirando a la ventana.
—De nada —palmea su muslo—, ahora dime a dónde nos dirigimos porque tengo 10 minutos dando vueltas a la misma manzana —Jungkook vuelve a reír un poco.
—Iremos a la florería y luego a la casa del señor Joon —suspira, la verdad es que no le gustan las cosas fúnebres y mucho menos en estos momentos, lo último que quiere es pensar en esas cosas cuando su omega espera en un hospital, pero sabe que Jimin querría acompañar a la familia si estuviera saludable, así que lo hará por él.
Luego de unos minutos y de una parada en la florería llegaron a la casa de los jefes del omega, Jungkook tomó un respiro y decidió bajar luego de regañarse mentalmente por su vestimenta, debió esforzarse un poco más por respeto a la familia del anciano.
Observó a varios grupos de personas distribuidos por la acera, en el pórtico había un listón negro colgado en señal de luto, caminó indeciso hasta la puerta con el arreglo floral en las manos, reconoció a un hombre de unos 35 años a la distancia, él había recibido algunas veces a Jimin, así que supone, es el hijo del fallecido.
No sabía cómo acercarse a él sin parecer extraño, tenía el estómago hecho lío pero las cosas parecieron simplificarse cuando el tipo fue el primero en acercarse.
—Hola, buenas tardes —el chico sonreía a penas—, soy Eunwoo, vienes con Jimin ¿no? —cuestiona interesado.
—No, pero si —dice ladeando su cabeza con una mueca apenada en el rostro—, soy su alfa, él tuvo un percanse el día de ayer pero vine a darles el pésame en su nombre.
—¿Él está bien? —su rostro pareció contraerse de la preocupación.
—Si, está un poco delicado pero va a recuperarse —asiente, cada vez que lo dice parece creérselo más—. Jimin me habla seguido del señor Joon y del enorme cariño que le tomó, ayer me dijo lo que pasó antes del incidente y sé que le abría gustado venir a acompañarlos pero las circunstancias... —se encoje de hombros al quedarse sin palabras.
—Comprendo perfectamente —palmea su hombro con tranquilidad—, mi padre le tomó un gran aprecio a Jimin, es un gran chico y se ganó el corazón de todos nosotros —sonríe—, trabajó poco tiempo aquí pero siempre trataba de hacer feliz a mi papá, eso es lo que más le agradeceremos —Jungkook sonrió ante las lindas palabras que decía sobre su chico—. Es un gran enfermero y una gran persona, te aseguro que mi padre fue un paciente contento y nos gustaría agradecerle personalmente cuando esté mejor —pide.
—Por supuesto, sé que él también querrá verlos —sonríe—, cuando esté en mejores condiciones le diré para que se comunique con ustedes —propone y el otro asiente—. Ahora tengo que ir con él al hospital, de verdad lamento mucho su pérdida y sepan que estamos con ustedes para lo que necesiten —tiende su mano hacia el hombre frente a él quien la estrecha en agradecimiento.
—Muchas gracias, me agrada ver que Jimin tiene a alguien tan bueno como él en su vida —dice sincero—, espero verlos en mejores circunstancias —se despide para conversar con otro grupo de personas, el alfa sale de la casa con una sonrisa orgullosa los labios.
Desde que lo conoció supo que Jimin es la persona más maravillosa que puede conocer pero, escuchar a otros decir lo bueno que es en su trabajo, o las cualidades que tiene hace que su alfa se sienta orgulloso de tener el honor de pertenecer a Jimin.
✧✦✧
Al llegar al hospital pudo respirar mejor, para ser sincero ni siquiera sabía que le faltaba el aire hasta que se sintió más cerca de Jimin y el nudo de su garganta se fue. Tomó asiento en la sala de espera donde ya estaban sus padres en compañía de los Park, agradece que sus progenitores estén para él a cada instante, es conciente del cariño que le tienen a Jimin y nuevamente, no podría estas más orgulloso.
—Hijo, debes comer algo, vamos a la cafetería —su madre golpea algunas veces su rodilla para llamar su atención.
—Estoy bien, mamá —niega.
—No has comido nada desde ayer, no estás bien —la alfa se pone de pie y estira a su hijo con ella.
—Yo los acompaño —pide Shinhye—, ¿puedo? —mira a Hyunbin y Sunhwa quienes asienten sonrientes.
Los tres se dirigieron al comedor del hospital, Jungkook en silencio mientras veía a su madre y la hermana de su omega charlar, la chica se notaba algo más alegre, al parecer ella y Jimin tienen la misma sonrisa.
—¿Y tú quieres casarte con Minnie? —cuestionó la niña con total naturalidad mientras el alfa tomaba una cucharada de algo parecido a una sopa, probablemente no sea sopa pero es lo único que puede consumir de ese menú.
—Así es —pasa su comida y asiente convencido.
—Jimin dice que yo seré una alfa —dice cambiando un poco de tema—, y aunque yo sea omega o beta, no me das miedo... puede que tú seas un alfa puro pero yo no te temo, así que si lastimas a mi hermano te haré pedazos —amenaza señalándolo con el dedo, Jiyoung solo observaba la divertida escena.
—Nunca lo haría —alza las manos fingiendo rendición, su lobo burlándose en su pecho, es lindo ser retado por una cachorra que aún no se presenta, le agrada más que el ojiazul tenga a tantas personas cuidándolo, si algo le sucede sabe que Jimin estará a salvo.
—Más te vale, porque Jimin habla todo el tiempo de ti —los ojos verdes brillaron contentos—, los pocos minutos que lo veo al día siempre habla de lo mucho que lo cuidas y de lo genial que eres —rueda los ojos con indiferencia—, es asqueroso, por eso debes cuidarlo más y no dañarlo.
—Prometo que no lo haré —sonríe y toma el último bocado de su comida, el trío regresa a la sala de espera para encontrar solo a Hyunbin y Hyungwon conversando entre ellos.
—¿Y mamá? —cuestiona la pequeña.
—Entró a ver a Jimin, después entraremos tú y yo —explica su padre—, pedí un permiso especial para ti, así que estaremos con él solo 5 minutos.
—Es muy poco tiempo —reniega la menor—, pero bien —acepta a regañadientes.
A los pocos minutos regresó una Sunhwa con lágrimas en los ojos pero una sonrisa tranquila en los labios, Hyunbin empujó la silla de ruedas de Shinhye y los dos se perdieron en el pasillo.
—¿Él está bien? —Jungkook se acerca a la omega y toma su mano, la mujer asiente.
—Está dormido pero se ve tranquilo y la doctora dice que todo parece ir bien, no tuvo fiebre y al parecer la infección está controlada —el alfa suspira aliviado y abraza a su casi suegra.
—No sabe lo feliz que me hace escucharla decir eso —sonríe en grande, su lobo aúlla contento al saber la buena noticia, todo va a mejorar, sus padres se acercan al ver la alegría y festejan con ellos al ser notificados de los avances, todo pinta mejor para Jimin y no hay nada que pueda hacerlo más feliz que saber que el amor de su vida está a salvo.
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